Pamela Anderson - Endeudada
Pamela Anderson se encuentra en una situación muy grave económicamente.
Todo ha salido a la luz, por unos documentos que han salido publicados recientemente y donde aparece que la actriz debe más de un millón de dólares a varias empresas constructoras que le reformaron su mansión en California.
Ha sido demandada por varias compañías constructoras que han asegurado que les debe 750.000 euros por los trabajos de remodelación efectuados en su casa.
Uno de ellos, a quien la actriz y modelo supuestamente debe más de 20.000 euros, ha declarado sentirse indignado con la situación. "Nadie ha cobrado durante seis meses. Ella (Pamela) no tiene ningún sentido de la realidad. Hay pobres trabajadores con familias a las que alimentar y ella no está haciendo nada para pagarles".
Un email que se ha hecho público en el que el contable de la actriz, Lester Knispel, envió a sus constructores dice: "Te dije que no podía permitirse ningún trabajo más".
La residencia la compró por 92.000 euros, pero se ha gastado más de un millón en reformas. Entre ellas, 120.000 en un equipo de sonido, 35.000 en sofás y miles más, que le supuso alicatar la piscina con azulejos de oro.
Ella está viviendo mientras hacen las reformas en un camping de caravanas con sus hijos Brandon de 13 años y Dylan de 11.
Todo ha salido a la luz, por unos documentos que han salido publicados recientemente y donde aparece que la actriz debe más de un millón de dólares a varias empresas constructoras que le reformaron su mansión en California.
Ha sido demandada por varias compañías constructoras que han asegurado que les debe 750.000 euros por los trabajos de remodelación efectuados en su casa.
Uno de ellos, a quien la actriz y modelo supuestamente debe más de 20.000 euros, ha declarado sentirse indignado con la situación. "Nadie ha cobrado durante seis meses. Ella (Pamela) no tiene ningún sentido de la realidad. Hay pobres trabajadores con familias a las que alimentar y ella no está haciendo nada para pagarles".
Un email que se ha hecho público en el que el contable de la actriz, Lester Knispel, envió a sus constructores dice: "Te dije que no podía permitirse ningún trabajo más".
La residencia la compró por 92.000 euros, pero se ha gastado más de un millón en reformas. Entre ellas, 120.000 en un equipo de sonido, 35.000 en sofás y miles más, que le supuso alicatar la piscina con azulejos de oro.
Ella está viviendo mientras hacen las reformas en un camping de caravanas con sus hijos Brandon de 13 años y Dylan de 11.
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