El médico de Michael Jackson acusado de homicidio involuntario
La fiscalía de Los Ángeles ha presentado cargos contra Conrad Murray, médico personal de Michael Jackson. Está acusado de homicidio involuntario por la muerte del "rey del pop".
El médico se ha declarado no culpable ante los cargos en su contra por la muerte de Michael.
La fianza se fijó en 75.000 dólares, que Murray ha pagado.
La vista duró poco más de media hora y señaló que el médico había actuado "sin malicia", por lo que no se consideró que su comportameinto fuera merecedor de un "delito grave".
El médico se enfrentará a una pena máxima de 4 años de cárcel.
En proceso judicial se inició con la revelación completa del informe forense sobre la autopsia realizada al cantante, en el que se especificó que el artista murió por una "intoxicación aguda de propofol", que es un potente anestésico de uso hospitalario.
Conrad Murray en los interrogatorios admitió haber suministrado a Michael una serie de medicamentos, entre ellos el potente calmante de uso hospitalario propofol y así ayudarle a conciliar el sueño.
También aseguró que Michael consumía esa sustancia de forma habitual y que solía llamar a ese medicamento "leche".
El médico ha asegurado que cuando se percató de la situación del cantante intentó reanimarlo y después dio la orden de llamar a los servicios de emergencia de Los Ángeles, que trasladaron a la estrella hasta un hospital de la ciudad donde se certificó su muerte.
Conrad se personó voluntaria mente ante los juzgados del área del aeropuerto internacional de Los Ángeles poco antes de las 13.00 horas, ante los gritos de "asesino" lanzados por un grupo de fans de Michael.
En la Corte lo estaban esperando los padres del cantante, Joe y Kathryn Jackson, así como los hermanos Jermanie, Randy, Tito y LaToya.
Después de siete meses de investigación, la fiscalía ha acusado formalmente al médico de acabar con la vida de Michael sin premeditación, un delito por el que se enfrentará a un máximo de 4 años de prisión.
Esta decisión no ha sentado muy bien a los familiares del "rey del pop". "Pensaban que los cargos deberían haber sido más serios que homicidio involuntario. Hubo una desconsideración por la seguridad de la vida humana", comentó Brian Oxman, el abogado del patriarca del clan Jackson, a la entrada de los juzgados.
David Walgren, ayudante del fiscal del distrito, está al frente de la petición de extradición del cineasta Roman Polanski y será quien lleve esta acusación a juicio.
Las autoridades reforzaron la zona con altas medidas de seguridad para evitar aglomeraciones y ante el temor de que la integridad del médico se pudiera ver afectada, ya que entre los seguidores de Michael se sigue creyendo que mató al cantante.
Conrad ya había sido considerado por la opinión pública como el responsable de la repentina e inesperada muerte del artista.
El médico se ha declarado no culpable ante los cargos en su contra por la muerte de Michael.
La fianza se fijó en 75.000 dólares, que Murray ha pagado.
La vista duró poco más de media hora y señaló que el médico había actuado "sin malicia", por lo que no se consideró que su comportameinto fuera merecedor de un "delito grave".
El médico se enfrentará a una pena máxima de 4 años de cárcel.
En proceso judicial se inició con la revelación completa del informe forense sobre la autopsia realizada al cantante, en el que se especificó que el artista murió por una "intoxicación aguda de propofol", que es un potente anestésico de uso hospitalario.
Conrad Murray en los interrogatorios admitió haber suministrado a Michael una serie de medicamentos, entre ellos el potente calmante de uso hospitalario propofol y así ayudarle a conciliar el sueño.
También aseguró que Michael consumía esa sustancia de forma habitual y que solía llamar a ese medicamento "leche".
El médico ha asegurado que cuando se percató de la situación del cantante intentó reanimarlo y después dio la orden de llamar a los servicios de emergencia de Los Ángeles, que trasladaron a la estrella hasta un hospital de la ciudad donde se certificó su muerte.
Conrad se personó voluntaria mente ante los juzgados del área del aeropuerto internacional de Los Ángeles poco antes de las 13.00 horas, ante los gritos de "asesino" lanzados por un grupo de fans de Michael.
En la Corte lo estaban esperando los padres del cantante, Joe y Kathryn Jackson, así como los hermanos Jermanie, Randy, Tito y LaToya.
Después de siete meses de investigación, la fiscalía ha acusado formalmente al médico de acabar con la vida de Michael sin premeditación, un delito por el que se enfrentará a un máximo de 4 años de prisión.
Esta decisión no ha sentado muy bien a los familiares del "rey del pop". "Pensaban que los cargos deberían haber sido más serios que homicidio involuntario. Hubo una desconsideración por la seguridad de la vida humana", comentó Brian Oxman, el abogado del patriarca del clan Jackson, a la entrada de los juzgados.
David Walgren, ayudante del fiscal del distrito, está al frente de la petición de extradición del cineasta Roman Polanski y será quien lleve esta acusación a juicio.
Las autoridades reforzaron la zona con altas medidas de seguridad para evitar aglomeraciones y ante el temor de que la integridad del médico se pudiera ver afectada, ya que entre los seguidores de Michael se sigue creyendo que mató al cantante.
Conrad ya había sido considerado por la opinión pública como el responsable de la repentina e inesperada muerte del artista.
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